El Cartaya mereció más, pero cae derrotado por la mínima en Palma del Río
Un solitario gol de Nacho Amo en la segunda mitad decidió un encuentro donde el conjunto de Kuiki dominó y generó las mejores ocasiones.
El Cartaya regresó del Municipal Sergio León con las manos vacías tras caer por 1-0 ante el Palma del Río Atlético, en un resultado que se sintió como un castigo inmerecido para el equipo onubense. A pesar de firmar uno de sus partidos más completos de la temporada, la falta de puntería en los metros finales impidió a los de Kuiki traducir su superioridad en el marcador.

Dominio sin Premio
El choque comenzó con un breve tanteo, pero pronto el Cartaya tomó el mando del encuentro. Con movilidad, criterio y fluidez, los rojillos monopolizaron el control del juego y tejieron varias jugadas de mérito en la primera mitad. No obstante, las ocasiones más claras antes del descanso fueron para los locales, con una intervención clave de Parras y un corte providencial de Lolo que mantuvieron el empate a cero.
Tras la reanudación, el equipo cartayero incrementó su presión ofensiva y generó una avalancha de oportunidades.
La segunda parte se convirtió en un asedio onubense con ocasiones clarísimas, como la de Iván a bocajarro tras una acción de estrategia, el mano a mano de Rufete que salió demasiado blando ante el exrecreativista Gonzalo Piña, y un remate de Dani Pérez desviado in extremis por un defensor cordobés.
Castigo Inesperado
Cuando el Cartaya rozaba el gol, llegó el golpe decisivo y cruel. En medio del dominio visitante, Nacho Amo cazó un balón suelto fuera del área y firmó un zapatazo imparable que se coló en la portería de Parras, estableciendo el 1-0 definitivo.
A partir de ese momento, el conjunto de Kuiki lo intentó con más ímpetu que claridad, empujado por el corazón en busca del empate, pero la defensa local resistió hasta el pitido final.
El Cartaya se marcha de Palma del Río «tocado pero no hundido», con la certeza de que el camino es el correcto. La escuadra de Kuiki acumuló fútbol, actitud y ocasiones, y confía en que, manteniendo este nivel competitivo, los resultados positivos acabarán llegando.
